Aznar, ese (gran) hombre

Como no podía ser de otra manera, D. José María Aznar ha escrito sus memorias. Y serán tres tomos.

Y pocos me parecen para todo lo que nos podría ofrecer y enseñar nuestro respetado y nunca bien ponderado expresidente del Gobierno, magnifico político y mejor persona.

Aznar tiene anécdotas  y enriquecedoras experiencias para deleitarnos e ilustrarnos para esos tres tomos y alguno más, de momento tendremos que conformarnos  y nos ofrece el primero.

Yo diría aun más: nos ha regalado, pasando por taquilla por supuesto; sus recuerdos más personales, íntimos y cercanos. Nos ha obsequiado con  sus imponderables y riquísimas experiencias,  tanto en sus facetas políticas como personales. Un regalo para los sentidos. Algo así no tiene precio.

En su vertiente más personal, por citar un ejemplo, conoceremos a un Aznar volcado en su labor de esposo amantísimo, abnegado estudiante de Derecho y luchador incansable por conseguir y formar una familia, alcanzar un estatus económico y social, tal y como haría una persona con miras e intereses elevados. Nos deleitará con entrañables y no menos interesantísimas  anécdotas  pertenecientes  al Aznar más íntimo, como cuando conoció a su distinguida esposa y actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

Demuestra con su ejemplo  que la familia, pilar indispensable, es la razón fundamental por la que  perseguir metas, tanto en lo económico, en lo social y en la vida en general. Qué ejemplo de hombre hecho a sí mismo. Cuantísimo  que aprender.

Toda esa vida interior personal  tan intensa y atrayente se proyecta en el Aznar público, en el Aznar político, y del que tenemos conocimiento por el eco que de él se hacen los medios de comunicación, que no siempre le han tratado con el respeto debido, todo sea dicho de paso.

Hemos de recordar algunos momentos memorables de este prócer de la patria: qué decir de sus encuentros con el expresidente americano Bush. ¡Qué prestancia, qué dominio del saber estar! Esos pies encima de la mesa, con poderío. Dominando el cotarro. Ese es el gran Aznar. El de las guerras contra  las armas de destrucción masiva, aún en contra de todo un país y a pesar de todo y de todos, hizo lo que consideró adecuado siendo consciente del coste político. Cuanta generosidad…Por no hablar de su incansable lucha contra ETA sobreviviendo, incluso, a un tremendo atentado, del que, gracias a Dios, salió ileso.

Un Aznar firme en sus convicciones y sus actuaciones. Qué tesón, qué leal  a sus principios. Un político de los que ya no quedan.

Dicen las malas lenguas de Aznar y de sus enriquecedoras memorias, que es autocomplaciente con sus relatos y anécdotas, pero no es más que la mundología de alguien que ha vivido, ha gobernado y se ha codeado con los más influyentes personajes, tanto de su época como político, como a lo largo de su vida personal. La envidia, qué mala es.

Si hay un libro de cabecera donde beber y saborear  las mieles de la sabiduría, el esfuerzo personal, el éxito, el tesón y el crecimiento personal os recomiendo encarecidamente que compréis este magnifico libro. Magnifico Aznar, su vida y su trayectoria.