Adoradísimo Cari
Adoradísimo Cari.
No me voy a andar con rodeos: vivo sin vivir en mí.
Desde la primera vez que vi tus ojillos picarones mirando tras esas gafas de culo de vaso, esa mirada miope, como de gatito estreñido. Esa papadita incipiente, ese flequillo coquetón, que jugueteaba, rebelde, como tú, sobre tu despejada frente… Ese día llevabas el primer botón de la camisa desabrochado y la ausencia de corbata, que anunciaba la existencia de un insinuante y rechonchete cuerpo, te hacía tremendamente sexy. Imaginé un pecho varonil, blandito y casto donde apoyar mi enamorada cabeza. Sentí un mareo. Y calorcito “ahí”. Y humedad. Creí que me había hecho pipí, Cari. Qué tontis, ¿verdad?
Enloquecí. Mi respiración se aceleró. El corazón quería salirse de mi pecho y casi asomaba por mi boca, abierta de admiración. Creo que me colgaba un hilillo de baba, pero no estoy muy segura ¡Tanta emoción me nubla los recuerdos, amor mío! Tu imagen tan eróticamente seria, hizo que mi pensamiento perdiera el norte, que los principios llegaran al fin, y la mano férrea que conduce, firme, mi moralidad espartana, saltó desbocada y perdí el oremus (Y también el móvil, que salió despedido de entre mis manos al ver tan apolíneo galán ante mis virginales ojos. Y oye, chico, que no lo encuentro) Pero vamos a lo que importa, Cari.
Paco, tesoro, he sucumbido, lo confieso sin pudor. No solo tu innegable atractivo físico me ha hecho enloquecer. Tu inteligencia, tu agudeza, tu prosa, esa habilidad innata para demostrar al mundo que La Razón es tuya, que no ha existido ni existirá un ser humano con esa clarividencia, con esa imparcialidad y ese rigor informativo del que haces gala todos los días en tu periódico, me han trastornado hasta un punto tal en el que he decidido enmarcar todas tus portadas, que ahora, gloriosas, resplandecen, decorando mi humilde morada, que es tu santuario.
Paco, te adoro. Estoy dispuesta a lo que sea por tenerte. Seré tu guerrera. Te defenderé con uñas, dientes, y esa fregona tan ideal que regalaste en tu periódico, de esos ignorantes que envidian tu criterio, y que te critican, ácida y salvajemente porque nunca podrán ser como tú. Porque Francisco Marhuenda solo hay uno, grande y libre. Adalid de la independencia informativa, de la imparcialidad. Sexy, poderoso. Mi hombre.
Paco, cielito, tómame. Déjame jugar con es flequillo. Castígame con esa mirada. Desabróchate botones. Regálame un juego de sartenes.
Paco, rey, hazme tuya. Cabálgame. Aquí y ahora. Dejémonos llevar por La SinRazón, y vivamos esta locura juntos. No me castigues con la indiferencia y coge esa fusta (me estoy leyendo “50 sombras de Grey”, Cari, y hay muchas cosas que me encantaría contarte, ¿sabes?) y hazme tuya. Quiero ser tu esclava, tu odalisca (bueno, eso no que eran moros, ¿no, amorcito?) tu geisha, tu churri, forever and ever.
Paco, cosita. Estoy a tus pies. Postrada. No ha llegado el fin del mundo y aún tengo la oportunidad de no morir virgen. Sé mi pigmalión sexual, mi Nacho Vidal, mi Grey. Seré tuya o de nadie.
Bueno Cari, te dejo, que estoy empanando angulas, y tengo que rellenar el pavo para la cena de Nochebuena.
Pienso en ti y te amo, Currusquito mío.
Tuya, siempre.
Lady Marwen.
Adoradísimo Cari,About author
También podría gustarte
El Gobierno del PP y la Conferencia Episcopal española proponen reformar los 10 Mandamientos
El Presidente Rajoy y la Conferencia Episcopal española han presentado, en rueda de prensa y a través de un monitor de plasma, una propuesta para reformar los 10 Mandamientos. Con
España Emprende (El vuelo hacia el extranjero)
Nuestro amado líder espiritual e ilustrado Presidente Rajoy, presentaba esta mañana el Proyecto de Ley de Apoyo a Emprendedores, también conocido como España Emprende (el vuelo hacia el extranjero), una
Las caras B del caso Bárcenas
Durante estas últimas semanas, el mayor caso de corrupción en la historia del Partido Popular ha ocasionado un revuelo nacional e internacional de dimensiones preocupantes. De pronto, toda la cúpula
1 Comentario
Ayumi Matsubara
diciembre 22, 00:13